jueves, 28 de febrero de 2013

Carola




Introducción a "Carola"
Los misteriosos caminos de Noelia

Y Noelia, iba abstraída, muy campante, ascendiendo por la calle Juramento del barrio del Belgrano, justo enfrente de la primera de las barrancas. Al llegar a la intersección con 3 de Febrero, detuvo su marcha para observar la confitería – bar en esa peculiar esquina de varias esquinas, pues de ahí también, parte una cortada, de nombre Zavalía. Una cortada especial. Como algo penumbrosa, a causa de los altos plátanos, de esos plátanos que a Noelia le destrozaban, no el corazón, sino sus narices, con plétoras de estornudos primaverales.

Y Noelia las vio a ambas. Una par de damas. Una agraciada. La otra común. Una glamorosa y con aires despreocupados, vale decir, con aires de “estoy al pedo y no se qué mierda hacer de mi vida”, la otra una anteojuda de blusa blanca y pollera negra, casi un uniforme… Una inusual díada. Por momentos impensable. Como una curva recta o una recta curva. Pero… si en el universo no euclidiano, las paralelas se tocan, todo es posible en este, un universo más prosaico, más cotidiano, más a mano. Incluso ellas, sentadas en la vereda sobre Avenida Juramento. La del glamour con un vaso de algo como martini y unos pochochos salados. La otra, nada.

Y Noelia se sentó en la mesa contigua. Y Noelia, escuchó una historia. Como tantas veces había escuchado. Sólo que esta historia, era la de Carola y Lorena…

© Jorge A. Vai 2012