Una vez arribado el carruaje a Elbridge Hall, un lacayo ayudó a Emily a descender, la cual le agradeció con un gesto sutil pero, afectuoso. Sir Stapleton la acompañó con suma gentileza hasta la biblioteca y ordenó a un criado para que les trajera una copa de vino jerez. Emily reprimió su voluntad de enviarlo al demonio al comodoro, quien ya creía tomar las riendas de la finca, pero en cambio, decidió ir por la senda de los buenos modales aceptados para una dama de su posición. Se sentaron en la amplia sala rodeada por una frondosa biblioteca y los acompañó la señora Calloway, lo cual incomodó un poco al marino.
- Your Ladyship, would you prefer that I stay here to be with you? (Su Señoría, ¿preferiría que me quedara aquí para acompañarla? – preguntó con tono cortés Sir Roger.
- Sir Roger, what I prefer is my voice ruling this House, if you allow me (Lo que prefiero es que mi voz gobierne esta casa, si me lo permite) – dijo Emily con extrema suavidad y una sonrisa de oreja a oreja.
- Oh, well, I didn´t want to put into question your voice or your orders, Your Ladyship (Oh, bien, no quise poner en tela de juicio su voz o sus órdenes, su Señoría) – dijo algo descolocado Sir Stapleton.
- Of course not Sir Roger, now you´ll be wellcome to this house, as many times as you wish, I promise you (Por supuesto que no Sir Roger, ahora será bienvenido a esta casa, tantas veces como lo desee, se lo prometo).
- Thank, Your Ladyship; I will visit you frequently, if you don´t mind (Gracias, Su Señoría; la visitaré con frecuencia, si no le importa) – agregó Sir Roger.
- Sir Roger, I think you will have a lot of activities that require your attention, precisely at this moment (Sir Roger, pienso que tendrá muchas actividades que requieren su atención, precisamente en este momento) – dijo Emily.
- Indeed; it was an honor to say goodbye to your husband; he will be Her Majesty´s representative to the americans; and now, I leave you Your Ladyship (En efecto; fue un honor despedir a su esposo; será el representante de Su Majestad ante los estadounidenses) – dijo afectado Sir Roger, mientras Emily tocaba la pequeña campana para la servidumbre.
- Baldomero, Sir Roger se retira; por favor acompáñalo hasta el carruaje, que viaje con bien hasta el centro - dijo Emily a su sirviente.
- Como no, Su Señoría – dijo Baldomero –, Sir Roger, el carruaje está listo cuando lo disponga – señaló al marino, el lacayo.
"Emily"