sábado, 27 de octubre de 2018

No quiero ser un ángel. No quiero ser salvo....


Ser salvo de un infierno que nos prometen...
Pero nadie nos pregunta si queremos ser salvos de este infierno de horrores, de personas con la vista perdida porque tienen sus cerebros quemados por narcóticos y a las cuales no les importas tú, no les importo yo, porque ellas creen que no importan...
Ser salvo en una sociedad de consumo que te obliga a tener por tener y ser feliz a través de algo que se deteriora, como se deteriora tu cuerpo, día a día, hasta que llega el último día... el día del juicio. Y no el Juicio Final de Apocalipsis. TU juicio particular...
Ser salvo... qué ironía... 

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